La polémica iniciativa ACTA (Acuerdo Contra la Falsificación Comercial, por sus siglas en inglés) nacida en Estados Unidos con el fin de promover una mayor vigilancia sobre Internet y sus contenidos, persiguiendo la piratería al mismo tiempo que limitan la libertad de flujo, encontró en los Países Bajos una oposición férrea, sobre todo entre los legisladores del país que decidieron prohibirla en el territorio holandés, junto con cualquier ley de características parecidas.
La decisión se dio en Cámara de
Representantes, donde los legisladores encontraron que ACTA interfiere
con las libertades del usuario individual de Internet, además de que su
redacción actual posee varias lagunas que pueden llevar a una
interpretación errónea y extensiva en perjuicio de la privacidad y la
libertad de los ciudadanos y las empresas de innovación.
Asimismo, la misma entidad promulgó una
medida para que el gobierno holandés nunca firme ninguna ley de
características similares, rechazando toda amenaza futura que pueda
dañar un Internet “libre y abierto”.
[Wired]
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