Una insólita sesión fotográfica tuvo como protagonista en Indonesia a un macaco que hizo las veces de fotógrafo y modelo.
El animal, atraído por su imagen en la lente, robó la cámara de un viajero británico y se sacó varias fotos a sí mismo.
El hombre cree que el mono pudo autorretratarse al tocarla sin querer.
Al principio, había junto a él otros simios que se espantaron por el
sonido que hacía el aparato y que huyeron, para volver después movidos
por la curiosidad.
"Al principio hicieron muecas mostrando los dientes porque podía ser la
primera vez que veían un reflejo", dijo David Slater, que emprendió una
expedición fotográfica en un parque nacional cerca de la isla Sulawesi.
Los monos con los que tropezó David, una especie de macaco negro
crestado que se encuentra en peligro de extinción, están siendo
estudiados por grupo científico holandés desplegado en la zona.
Aunque pudo tratarse de su primer contacto con seres
humanos, los monos que se acercaron a Slater no manifestaron
agresividad sino curiosidad. Acompañado de sus guías, el fotógrafo
permaneció tres días en su compañía.
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