
1) Los niños son conocidos por su complacencia para consumir drogas, y esto los convierte en un mercado altamente deseable para la industria. Los niños no toman decisiones y son obligados por el gobierno a tomar medicamentos, se ven obligados por los colegios tomar medicamentos, se ven obligados por sus padres a tomar medicamentos y se ven obligados por sus médicos a tomar medicamentos.
2) Al ser niños y con toda una vida por delante, la intoxicación en etapa de crecimiento que produce daños irreparables a la salud, procurando a la Industria Farmacéutica una gran oportunidad de hacer negocios que incluyen complicidad entre laboratorios. Los niños que fueron enfermados mediante vacunas y químicos en etapa de crecimiento sufren padecimientos crónicos que detonan a largo o mediano plazo (autismo, convulsiones, daño cerebral). En otras palabras, los niños de hoy serán pacientes de por vida y buenos compradores de medicamentos para la "Big Pharma" durante muchos años. Estas victimas de la amoralidad serán conducidas (químicamente) de una enfermedad a otra, poniendo sus vidas en riesgo. No todo está perdido: Muchos médicos aseguran que los daños causados por vacunas y otros químicos, introducidos en los niños durante su etapa de crecimiento, podrían repararse ayudando al organismo a regenerar las áreas perjudicadas mediante el uso de tratamientos sanos con vitaminas y proteínas. Pero esto obstruye los planes de la industria amparada en los grandes medios de comunicación, y por esa razón que tales tratamientos sanos no son promocionados. Como solución, BWN siempre recomienda que investiguen y consulten a médicos acreditados por su honestidad y consciencia, tal es el caso del Dr. Mercola de Mercola.com que tiene un teléfono para consultas en español.
3) Infertilidad. El plan también incluye reducir la población global arbitrariamente, y destruyendo la evolución humana basada en la supervivencia del más apto. Un niño no puede escoger, un niño no tiene defensas suficientes para luchar contra drogas de ingeniería genética, y por lo tanto un niño es incapaz de repeler el daño, utilizar su inteligencia o instinto de supervivencia. Contrariamente al consumo de estupefacientes ilegales (que pueden ser escogidos o no por el individuo), la inducción obligatoria de enfermedades a todos los niños por igual, interrumpe el mecanismo evolutivo básico de los seres humanos.
BWN Argentina
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