Un eclipse solar anular tendrá lugar
este domingo 20 de mayo en buena parte de Asia, la región del Pacífico y
América del Norte. El eclipse podrá observarse en buena parte de México
y en el oeste y centro de Estados Unidos, aunque el efecto completo de
“anillo de fuego” sólo será apreciable en una estrecha franja
geográfica.
En su punto máximo, la Luna obscurecerá
el 94% del Sol, produciendo un espectacular anillo de fuego. Este
místico anillo sólo podrá avistarse en el suroeste de Estados Unidos, en
el sureste de China, Taiwan y en el sureste de Japón. En el lado
asiático del Pacífico el eclipse iniciará poco después del amanecer del
21 de mayo y en el lado americano del Pacífico será en la tarde,
iniciando a las 17:00 tiempo del Pacífico. Este será el último eclipse
anular de “anillo de fuego” en Norteamérica en 18 años.
En el siguiente GIF se pueden dar una
idea de la zona que atravesará el eclipse: la línea punteada roja
mostrando la zona del anillo de fuego y la sombra gris el curso del
eclipse parcial; la hora dada en la imagen es tiempo universal.
Aunado a este fenómeno cósmico, siempre
cargado de significado, como son los eclipses (simbolizando mutación y
renacimiento: el dragón que devora la luz para propiciar un cambio), en la web new age se ha ventilado una alineación
entre la Tierra, la Luna, el Sol, las Pléyades y el Centro de la
Galaxia que supuestamente sólo ocurre cada 26 mil años (la cifra de un
ciclo galáctico también relacionada con los ciclos de 52 años del “fuego
nuevo” marcados por el ascenso de las Pléyades al cenit del
firmamento). Según la creencia new age nuestro sistema solar en realidad
gira alrededor de una especie de sol central en las Pléyades: Alcyone.
Esto no es en ninguna medida reconocido por la ciencia establecida y
obedece a información canalizada de procedencia incierta.
La fiebre milenarista del 21 de
diciembre fue generada, entre muchas cosas más, por una supuesta
alineación con el centro de la galaxia en el solsticio de invierno, una
zona que aprentemente representa la entrada (y resurgimiento) a Xibalba,
o al axis mundi (el árbol de cocodrilo). Esto según el trabajo de John
Major Jenkins. Sin embargo, esta dudosa información ahora ha sido
transpolada, por algunos seguidores del new age, a esta ominosa fecha
del 20 de mayo. Donde se espera el acaecimiento de un cambio cósmico de
elevación de concienica y demás fraseología recurrente.
Es difícil de decir si las alineaciones
planetarias en realidad tienen algún efecto en la realidad; ciertamente
la ciencia y la física conocida no lo sustentan, pero quizás existan
fuerzas desconocidas o simplemente la armonía simbólica entre los
cuerpos irradie una especie de pauta sincronizadora que permita ciertos
saltos de la divina imaginación matarializada. De cualquier forma el 20
de mayo seguramente será un festín cósmico para todo aquel que mantenga
la inmarcesible sensibilidad de contemplar el cielo e imaginar, supremo
placer estético de este lado del espejo.
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