#salud #medicina #cáncer Esta es una nueva y coherente perspectiva sobre el cáncer,
avalada por estudios científicos serios realizados por organismos
oficiales de Estados Unidos y también por eminencias de la medicina a
nivel mundial. No proclamamos que este estudio simbolice la
verdad absoluta pero si, que abre un nuevo campo para la interpretación
del cáncer. Y resuelve muchas preguntas desde la lógica. Haciendo un
paralelismo con el libro de Andreas Moritz: ¿Por qué un ser humano padece cáncer tras ser expuesto a la radiación nuclear? Porque la radiación nuclear produce cáncer. Si. Pero, otra vez, ¿por qué?. Todo indica que el titulo de este articulo señala una obviedad: Las células mutan acorde a la radiactividad, porque están adaptándose para sobrevivir.
Si existe una verdad ineludible es que la vida siempre busca prosperar y
sobrevivir, aún adaptándose a los ambientes más hostiles. Decir que el cáncer es un mecanismo de supervivencia no es una idea descabellada en este mundo químico, industrial, nuclear y transgénico.
Nuestros tatarabuelos no morían de cáncer.
En los años 40, durante los albores de la era atómica, las tasas de
cáncer eran ínfimas a tal punto, que cuando se conocía un caso de
cáncer, parientes, amigos y conocidos se asombraban, dado que era un
padecimiento sumamente extraño. Nuestros tatarabuelos no murieron de
cáncer pese a comer carne, embutidos ahumados y fumar tabaco todo el
día, y el Dr. Mercola respalda esta noción.
¿Cuando apareció el cáncer en la Tierra? Las
fechas coinciden sugestivamente con algunos hechos en particular.
Albert Einstein, en 1939, firmó una carta al presidente Franklin Delano
Roosevelt de los Estados Unidos, escrita por Leó Szilárd, en la que se
prevenía sobre el mal uso de la energía nuclear. En los años 1940, como
parte del proyecto Manhattan, se estudió la posibilidad del uso de la
fusión en la bomba nuclear. En 1942 se investigó la posibilidad del uso
de una reacción de fisión como método de ignición para la principal
reacción de fusión, sabiendo que podría resultar en una potencia miles
de veces superior. Sin
embargo, tras finalizar la Segunda Guerra Mundial, el desarrollo de una
bomba de estas características no fue considerado primordial hasta la
explosión de la primera bomba atómica rusa en 1949.
El 20 de diciembre de 1951 fue el primer día que se consiguió generar
electricidad con un reactor nuclear (en el reactor estadounidense EBR-I,
con una potencia de unos 100 kW), pero no fue hasta 1954 cuando se
conectó a la red eléctrica una central nuclear (fue la central nuclear
soviética Obninsk, generando 5 MW con solo un 17% de rendimiento
térmico). El primer reactor de fisión comercial fue el Calder Hall en Sellafield, que se conectó a la red eléctrica en 1956.
El 25 de marzo de 1957 se creó la Comunidad Europea de la Energía
Atómica (EURATOM), el mismo día que se creó la Comunidad Económica
Europea, entre Bélgica, Francia, Alemania, Italia, Luxemburgo y los
Países Bajos. Ese mismo año se creó el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA). Ambos organismos con la misión, entre otras, de impulsar el uso pacífico de la energía nuclear.
Los Rothschild, Rockefeller y el nacimiento de Monsanto: Zyklon
B era la marca registrada de un insecticida a base de cianuro que se
usó en la Alemania Nazi durante el Holocausto para asesinar a millones
de personas. Era fabricado por la compañía IG Farben, que era la unión
de la farmacéutica Bayer y otras 2 compañías alemanas (financiadas por
Rockefeller). También conocido como Cyclon B, consistía en ácido
cianhídrico (ácido prúsico), además de un estabilizador y un odorante de
advertencia. Con este se impregnaban pequeñas bolas absorbentes, discos
de fibra, o tierra de diatomeas.El
pesticida fue utilizado como arma química por los alemanes en las
cámaras de gas de los campos de exterminio de Auschwitz-Birkenau y
Majdanek. El Zyklon B se usó
inicialmente para controlar los brotes de tifus. En enero o febrero de
1940, se utilizó sobre 250 niños gitanos de Brno en el campo de
concentración de Buchenwald para probar el efecto del gas. En septiembre
de 1941 se realizaron experimentos con Zyklon B en Auschwitz I. El 3 de
septiembre de ese año, 600 prisioneros de guerra soviéticos fueron
gaseados con Zyklon B, siendo ésta la primera experimentación con el gas
en el campo de Auschwitz.
Con
Rockefeller a la cabeza, en la década de 1920, Monsanto expandió sus
negocios para la química industrial, como por ejemplo ácido sulfúrico.
En la década de 1940 fabricaba plásticos, incluyendo poliestireno y
fibras sintéticas. En 1938 Monsanto adquirió a Fiberloid Corp y el 50%
de Shawinigan Resins, empresas que fabricaban plásticos y resinas. Desde
entonces tuvieron negocios relacionados con Searle, quien fabricaba
aspartame (NutraSweet) pero en el 2000 Monsanto vendió ese negocio.
También tuvieron un negocio http://www.blogger.com/img/blank.gifenfocado
a la somatotropina bovina, que fue luego vendido en 2008. Monsanto
sintetizó la hormona somatotropina bovina. Existen diversos puntos de
vista respecto a este producto, ahora propiedad de Eli Lilly. En Europa,
los alimentos transgénicos, principal actividad actual de Monsanto,
encuentran gran resistencia entre la población y los agricultores, que
no consideran probada su seguridad para la salud humana. El cultivo de
dichos alimentos transgénicos es prácticamente inexistente en el
territorio de la Unión Europea con la única excepción de España y
Rumania. En la década de los 60 Dow Chemical, Uniroyal, Hercules,
Diamond Shamrock, Thompson chemical, TH y Monsanto fueron contratadas
por el gobierno de Estados Unidos para producir un herbicida llamado
agente naranja utilizado en la guerra de Vietnam con el fin de destruir
la selva vietnamita y las cosechas privando a los vietnamitas de
alimento y de vegetación donde esconderse. Leer: Bill Gates, Rockefeller y los gigantes de la biogenética saben algo que ignoramos
(extracto del libro) "El cáncer no es una enfermedad" (Explica las causas del cáncer y cómo eliminarlo para siempre). Autor: Andreas Moritz |
Está a punto de leer algo que puede cimentar o incluso desmantelar los
fundamentos de sus creencias a cerca de su cuerpo, salud y curación. El
título, el cáncer no es una enfermedad, puede resultar inquietante para muchos, provocativo para otros , pero alentador para todos. Este
libro servirá como una revelación y cambio de vida para aquellos lo
suficientemente abiertos para considerar la posibilidad de que el cáncer
no es una enfermedad real. En cambio, empezarán a ver el cáncer
como un intento profundo, elaborado y desesperado del organismo por
curarse y mantenerse vivo para siempre, y cuando las circunstancias lo
permitan; circunstancias que, como usted descubrirá, están probablemente
bajo su control.
Quizás
le sorprenderá saber, si está afligido por cualquiera de las causas del
cáncer (que Ud. pudiera sufrir) que usted ya hubiera muerto de no ser
justamente, por las células cancerosas que crecen en su cuerpo.
En este trabajo, propongo el entendimiento de que el cáncer es un
proceso de curación que deberíamos apoyar, y no suprimir o combatir.
Propongo
comprobar que este enfoque poco ortodoxo para curar el cáncer es mucho
más eficaz que los métodos que implican destruirlo.
Además
afirmo que el cáncer - mecanismo de curación definitiva del cuerpo -
sólo será eliminado después de la desaparición de residuos y
desintoxicación mediante los mecanismos del organismo, habiéndolo
reconocido como ineficiente.
En circunstancias extremas, la
producción de grandes cantidades de cáncer puede provocar un colapso de
las defensas, luego de varias semanas o meses, que posteriormente
pueden requerir el crecimiento rápido y agresivo de un tumor canceroso
para lidiar con la enfermedad. Por lo general, sin embargo, tarda muchos
años o incluso décadas, la aparición de los llamados tumores 'malignos'
perceptibles mediante diagnóstico .
Lamentablemente,
malentendidos básicos o falta total de conciencia acerca de las
verdaderas razones detrás del crecimiento de los tumores malignos, han
convertido a células que responden a un minucioso programa, en monstruos
viciosos que indiscriminadamente intentan matarnos, tal vez en
represalia por nuestros pecados o por abusar del cuerpo. Sin embargo, como usted vera, el cáncer está de nuestro lado, no contra nosotros.
Es
necesario cambiar nuestra percepción sobre el cáncer: El cáncer
probablemente resistirá el tratamiento, aún con los métodos más
avanzados, si usted tiene cáncer debe entender que es parte de las respuestas de supervivencia de su cuerpo, y no una enfermedad, como afirman que es. Por eso, deberá encontrar las respuestas a las siguientes preguntas:
-¿ Cuáles son las razones que fuerzan a su cuerpo a desarrollar células cancerosas?
- ¿Una vez que haya identificado estos motivos, cómo deberá ocuparse de ellos para permitir que su cuerpo sane?
-¿Qué determina el tipo y la gravedad del cáncer con lo aflige?
-Si
el cáncer es de hecho un mecanismo de curación, ¿qué necesita hacer
para evitar que el cuerpo emplee estas medidas extremas de
autoprotección en el futuro?
-
El diseño genético original del cuerpo siempre favorece la continuidad
de la vida y la protección contra las adversidades de cualquier tipo,
entonces, ¿cómo podría el cuerpo permitir un cambio genético que
provoque su propia desaparición?
-¿Por qué casi todos los cánceres desaparecen por sí mismos, sin intervención médica?
-
¿Curan realmente el cáncer la cirugía, quimioterapia y radiación en
algunas personas, o inducen a los pacientes a sanar por si solos? Pese a
los terribles efectos secundarios de estos tratamientos radicales.
-¿Qué roles cumplen el miedo, frustración, baja autoestima y enojo reprimido en el origen y las consecuencias del cáncer?
-¿Por qué tantos niños desarrollan tumores cerebrales o leucemia?
Para tratar y curar las causas del cáncer, usted debe encontrar respuestas satisfactorias y prácticas a las preguntas anteriores.
Si usted siente el impulso interior de dar sentido a este evento de
cambio de vida (cáncer), mucho se beneficiara leyendo este libro. El
cáncer puede ser su mayor oportunidad para ayudarlo a restablecer el
equilibrio en todos los aspectos de su vida, pero también puede ser el
presagio de un trauma severo y sufrimiento, si lo percibe como una
amenaza mortal.
De cualquier manera, descubrirá que usted siempre controla su cuerpo. Para vivir, un cuerpo humano debe tener acceso a cierta cantidad de energía vital. Usted
puede utilizar esta energía inherente para nutrir y curar su cuerpo o
desperdiciarla en una batalla contra una enfermedad que según la teoría
médica quiere matarlo. En última instancia, la elección es suya.
En
caso de que usted consciente o inconscientemente elija la negligencia,
o entrar en batalla contra su cuerpo , o en cambio darle atención
amorosa y autoestima, igualmente tendrá que luchar por su vida. La cuestión principal no es si usted tiene cáncer, sino cómo lo percibe y qué va a hacer al respecto.
El
cáncer no es sino uno de los muchos mecanismos posibles mediante los
cuales el cuerpo lo obliga a modificar la forma de verse y tratarse
usted mismo, incluyendo a su físico. Puede
ver al cáncer como algo terrible que lo transforma en una víctima
impotente o verlo como una oportunidad para levantar sus valores y
autoestima. Esto conduce inevitablemente a pensar en la salud
espiritual, que creo, juega un papel tan importante en el cáncer como
las razones físicas o emocionales.
El cáncer parece un trastorno muy confuso e impredecible.
Que es padecido por personas felices y personas tristes, por los ricos y
los pobres, los fumadores y los no fumadores, los muy saludables y los
no tan sanos. Y aunque la incidencia de cáncer en niños solía ser
extremadamente rara, ya no lo es.
Personas de todas las procedencias y ocupaciones pueden tener cáncer. Sin embargo,
si se atreve a mirar detrás de la máscara de sus síntomas físicos,
tales como el tipo, la apariencia y el comportamiento de un tumor
canceroso, encontrará que el cáncer no es casual o impredecible como parece ser.
¿Qué sucede con el 50% de la población estadounidense tan propensa a contraer cáncer, cuando la otra mitad no corre ningún riesgo?
Culpar a los genes no es sino una excusa para encubrir la ignorancia
sobre las causas reales del cáncer, o para conducir a las personas a costosos tratamientos y programas de prevención.
Más
tarde en el libro, hablaré sobre la investigación más reciente a cerca
de factores de herencia genética y su posible en relación con el cáncer
de mama, pulmón y muchos otros. Usted
quedará asombrado al descubrir que los genes tienen poco y nada que ver,
incluso, cuando miembros de varias generaciones de una misma familia
desarrollan los mismos tipos de cáncer. De hecho, investigadores
genéticos de gran reconocimiento, afirman ahora que el comportamiento de
los genes se relaciona, en última instancia, a la forma de comer,
pensar, sentir y vivir nuestras vidas. Los genes no actúan accidentalmente, ni cambian de funcionamiento de un día para el otro causando cáncer en todos los miembros de una familia
El
cáncer ha sido siempre una enfermedad extremadamente rara, excepto en
los países industrializados durante los últimos 50-60 años. Sin embargo,
los genes humanos no han cambiado significativamente durante miles de
años.
¿Por qué entonces cambian tan drásticamente ahora, y
de repente, deciden atacar y destruir los cuerpos de casi la mitad de
la población? Aunque los genes puedan sufrir mutaciones por razones x, o
incluso si estuvieran dañados o defectuosos, no serían capaces de matar
a nadie.
Es importante saber que el cáncer raramente causa la
muerte, aunque también es innegable que muchas personas afectadas por el
cáncer mueren. Sin embargo, a menos que un tumor provoque una
obstrucción mecánica en un órgano vital o severamente impida el flujo de
sangre, o el drenaje linfático, es
mucho más probable que un paciente con cáncer muera a causa de las
razones que llevan al crecimiento del tumor y/o mutación de células, que por el propio cáncer.
Cada
tratamiento contra el cáncer debería centrarse en las causas del
cáncer, pero normalmente los oncólogos ignoran este aspecto. Por
ejemplo, una dieta consistente en
alimentos que carecen de cualquier valor nutricional y energía real,
provoca condiciones caóticas y traumáticas en el cuerpo que son
idénticas a los experimentadas durante el hambre. En este libro,
comentaré cómo tal proceso de autodestrucción obligada y exige una
importante respuesta de curación por parte del cuerpo.
Se está
volviendo cada vez más evidente que casi todos los cánceres son
precedidos por algún tipo de acontecimiento traumático en el pasado, por
ejemplo: El divorcio, la muerte de un ser querido, un accidente, la
pérdida de un empleo, la perdida de posesiones, o un conflicto con un
jefe o pariente. El cuerpo no tiene más
remedio que responder a estos profundos factores de estrés con
supervivencia biológica predecible o mecanismos de adaptación que pueden
implicar el crecimiento de células anormales temporalmente. La
mayoría de los médicos están de acuerdo con la teoría de que el tumor
resultante es una enfermedad, no un mecanismo de curación.
Los
tumores cancerosos son meros síntomas de enfermedades causadas por algo
más, que no es evidente al principio. Por un lado, la vergüenza,
resentimiento, culpa y constantes conflictos emocionales pueden suprimir
fácilmente el sistema inmunológico, las funciones digestivas y los
procesos metabólicos básicos, creando así las condiciones para la
aparición de un tumor canceroso.
Afortunadamente, la conexión psicológica cáncer- estres ya no permanece en el ámbito de la ficción o incertidumbre. Apoyados por una amplia evidencia científica, los Centers for Disease Control y Prevention (CDC)
hacen esta importante declaración en su sitio web: "El estrés Intenso y
prolongado puede conducir a corto o largo plazo a una variedad de
efectos negativos en la salud. Puede perturbar el desarrollo temprano
del cerebro y comprometer el funcionamiento de los sistemas nervioso e
inmune. Además, el estrés infantil, puede conducir a problemas de salud
en la vida más tarde, incluyendo alcoholismo, depresión, trastornos
alimentarios, enfermedades cardíacas, cáncer y otras enfermedades crónicas".
A
pesar de la innegable evidencia incluso respaldada por declaraciones de
los CDC, la mayoría de los médicos, rara vez reconocen o intentan
tratar a estas causas de la enfermedad, centrándose en la erradicación
de sus síntomas. Quizás, este fallo crucial, y potencialmente
fatal, que impregna casi todo el campo médico, radica en la desconexión
total entre el estrés y la enfermedad; sin duda, la relación mente y
cuerpo no se enseña en las facultades de medicina.
Luego
de haber visto miles de pacientes con cáncer durante un período de tres
décadas, comencé a reconocer cierto patrón de pensamiento, creencia y
sentimiento, que era común en la mayoría de ellos. Para ser más
específico, todavía tengo que atender pacientes de cáncer que no saben
ni exteriorizan conflictos y preocupaciones pasados o presentes y
traumas emocionales, que aún perduran en su subconsciente y en la
memoria de sus células. Creo que no se puede producir cáncer a menos que exista un fuerte trasfondo de profunda frustración y malestar emocional. Muchos pacientes no indican estas circunstancias por razones de autoimagen.
Los
pacientes con cáncer normalmente sufren de falta de autoestima o mérito
y suelen tener lo que yo llamo "algo inconcluso en sus vidas". El cáncer puede revelar el origen de conflictos no resueltos, interiores. Además, el cáncer puede ayudar a llegar a un acuerdo con esos conflictos e incluso sanarlos por completo.
La manera de sacar las malezas es quitando sus raíces. Se trata de cómo
debemos enfrentar el cáncer; para que no pueda repetirse eventualmente.
A
menudo escucho el argumento de que la conexión emocional - estrés y
cáncer solo es aplicable a los adultos, pero que, ciertamente, no se
puede aplicar a los niños que han caído enfermos con cáncer cerebral o
leucemia. Tiendo a estar en desacuerdo, y posición del CDC en este
asunto confirma mi comprensión. El estrés infantil puede conducir al cáncer, de acuerdo con los CDC, que especifican: "los seres humanos que experimentan estrés temprano, incluso antes de nacer".
Es
un hecho científico que un niño es influido fuertemente por su madre, e
incorpora las condiciones externas mientras aún está en el útero.
Se ha demostrado claramente que lo que influye a una madre, emocional y
físicamente, tiene un fuerte impacto en la salud física y emocional de
su hijo. Mi libro “Secretos eternos de la salud y rejuvenecimiento”,
describe detalladamente cómo los fetos reaccionan fuertemente a
ultrasonidos y esto puede conducir a problemas de desarrollo más tarde.
Fue probado que no tener un parto normal, sino por cesárea, puede acarrear efectos traumáticos en los bebés.
No
permitir la lactancia materna o mantener al bebé en una habitación
separada (del cuarto de la madre), pueden causar un conflicto de
división biológica que incluso puede causar la muerte de cuna. No
detectar y no sentir los latidos del corazón de la madre provoca
ansiedad para un bebé. Los nacidos prematuramente particularmente están
traumatizados por la ansiedad de la temprana separación.
Además, las vacunas causan choques biológicos, y exponen al bebé a numerosas toxinas cancerígenas contenida en las vacunas. El dolor de la inyección y la curación de respuesta también pueden tener consecuencias evocando trauma. La ausencia de lactancia materna es bien conocido por causar problemas psicológicos, emocionales y de desarrollo infantil. La exposición directa a la radiación emanada por teléfonos celulares en el vientre puede, posteriormente, afectar profundamente la salud de los niños, de acuerdo con recientes investigaciones.
Una
dieta inadecuada que incluye azúcar, leche de vaca, proteínas animales,
comestibles fritos y otros alimentos chatarra, afectan enormemente a
los niños. Y si las madres beben alcohol, comen comida chatarra o toman
medicamentos durante el embarazo, o se vacunan, esto también tiene un
efecto perjudicial sobre la salud del bebé.
Bebés
tratados con antibióticos para combatir infecciones resultan gravemente
trastornados, con perjuicios para sus sistemas inmunológico en
crecimiento.
Recientemente se ha demostrado que los bebés
tienen 250 sustancias químicas en la sangre, muchas de los cuales son
altamente cancerígenas. Las madres, que no amamantan, contaminan a sus
bebés. En la serie de estudios, sobre el venenoso fluoruro agregado el
agua potable en los Estados Unidos y otros países, se ha vinculado
claramente con la causa de cáncer de hueso (osteosarcoma) y otros tipos.
La buena noticia es que después de haber respaldado el fluoruro en el
agua potable durante décadas, en enero de 2011, el CDC publicó una
advertencia urgente avisando que los actuales niveles de flúor en el
agua potable pueden causar graves daños a los niños.
El
pinzamiento del cordón umbilical demasiado pronto, en lugar esperar los
necesarios 40 a 60 minutos después del nacimiento, puede reducir la
oxigenación de la sangre en el bebé por más de un 40% y evitar la
filtración de toxinas de la sangre a través de la placenta. Esta
práctica relativamente nueva produce efectos negativos sobre el
crecimiento de los niños.
Lo que afecta a un niño físicamente, lo afecta emocional y psicológicamente.
Resultados
de la investigación demuestran también que el estrés infantil puede
afectar la salud de los adultos. Uno de los estudios más grandes de su
tipo, realizado sobre experiencias negativas de la infancia (ACE),
muestra un vínculo específico entre
1) Violencia estrés, incluyendo maltrato, abandono, y exposición repetida a la violencia de pareja. 2) Con riesgosos problemas de salud en la edad adulta.
El
estudio ACE, fue una colaboración entre los Centers for Disease Control
y Prevention (CDC) y el Health Appraisal Clinic de Kaiser, en San
Diego, donde participaron 17.000 adultos que fueron sometidos una
investigación la cual duró desde 1995 a 1997. Recopiló y analizó
información detallada sobre la historias de abuso, descuido y disfunción
familiar de los participantes, así como sus comportamientos actuales y
estado de salud.
Los hallazgos del estudio ACE, que fueron
publicados en más de 30 artículos científicos, revelaron que el abuso
infantil, negligencia y exposición a otras experiencias adversas son
comunes. Casi dos tercios de los participantes del estudio reportó al
menos una experiencia, y entre 2 y 1 de cada cinco informó sobre tres
casos o más. Los hallazgos del estudio ACE sugieren que ciertas
experiencias son importantes factores de riesgo, y las causas
principales de enfermedad y muerte, así como también la mala calidad de
vida.
Recuerde, el estrés
emocional prolongado puede comprometer el sistema inmunológico y de está
forma volver al cuerpo susceptible a prácticamente todo tipo de
enfermedades, incluyendo al cáncer. Más adelante volveré a este tema importante.
El
primer capítulo del libro proporciona conocimientos profundos sobre el
cáncer, lo que realmente es y significa, visto desde una perspectiva
física. Es un entendimiento del cáncer que usted nunca ha encontrado antes.
Esta comprensión nueva y aún atemporal de cáncer permite nuevos
enfoques dirigidos a la curación mediante las causas reales del cáncer
en lugar de simplemente ver sus manifestaciones sintomáticas. También
aprenderá acerca de sorprendentes descubrimientos hechos por los
principales investigadores del cáncer, que demuestran que no es causado sólo por la mutación de células, ya que requiere el apoyo y participación de todo el organismo.
Además, revisa nuevos hallazgos que demuestran por qué tantos tumores
cancerosos diagnosticados son completamente inofensivos y desaparecen
por sí solos.
Los capítulos dos y tres tratan las causas físicas ,
emocionales y espirituales, respectivamente. Para mayor claridad, he
intentado separar estas categorías, aunque soy muy consciente que tal
división es arbitraria e inexistente. Hice esto esto con un sólo un
propósito: Hacer hincapié en que, sanar las causas del cáncer debe incluir restauración del bienestar físico, emocional y espiritual.
Dejar
fuera uno de estos factores podría socavar las posibilidades de
recuperación completamente y eventualmente conducir a la recurrencia del
cáncer (los cánceres más tratados son recurrentes). Como mínimo,
un enfoque incompleto puede afectar seriamente la salud física y mental
del paciente, y sobre todo, el estado de felicidad y la autoestima.
La
siguiente declaración, que se sostiene como un hilo rojo a través de
todo el libro, es muy importante en el examen del cáncer: "el cáncer no causa que una persona este enferma; es la enfermedad de la persona la que provoca el cáncer". Y añadiré a esta declaración que "una
vez que se ha producido un cáncer, su propósito principal es devolver a
la persona enferma a una condición equilibrada de mente, cuerpo y
espíritu".
Esto es tan contradictorio con aquello que la
medicina convencional y los medios de comunicación quieren hacer creer,
que probablemente le suene extraño. Sin embargo, la
cura del cáncer o los caminos que conducen a su desaparición, tienen en
más que ver en con lo que está pasando en su vida personal que con el
cáncer en sí mismo, es decir, nivel de agresividad, y que tan temprano se está detectando.
David, por ejemplo. A la edad de 58 años, fue diagnosticado con cáncer de pulmón durante un chequeo de salud rutinario. Aunque él nunca se sintió mal antes del diagnóstico, su salud declinó rápidamente durante las dos semanas siguientes.
Perdió su apetito, ya no podía dormir, su respiración se tornó
superficial, sufrió severos ataques de pánico y dolor en el pecho. Murió
20 días después del diagnóstico. El
certificado de defunción dice que murió de cáncer de pulmón, pero está
claro que sin el diagnóstico de cáncer, no se habrían producido ninguno
de los abrumadores efectos inducidos por el estrés.
No hay duda ya, de que el estrés emocional no sólo puede impedir la curación del cuerpo, sino también apagar su sistema inmunológico.
Realmente hace muy mal. Hay pruebas médicas demostrando que, bajo
estrés severo, las personas pueden morir de un ataque cardíaco masivo
sin ninguna condición previa del corazón o arterias obstruidas.
Su
capacidad para recuperar la salud depende de ser y sentirse
completamente nuevo en todos los niveles del cuerpo, mente y espíritu.
Una vez que el cáncer se ha provocado y otros impedimentos han sido
debidamente identificados, se evidenciará lo que necesita hacer para
lograr una recuperación completa. Este es el tema del capítulo cuatro.
Es un hecho médico que cada persona tiene millones de células de cáncer en el cuerpo en todo momento de su vida. Esto no es una indicación de que hay algo mal con nosotros. Por el contrario, como veremos, constituye una parte esencial para mantener el equilibrio saludable del cuerpo.
Estas
millones de células cancerosas permanecen indetectables mediante
pruebas estándar. Sin embargo, pueden multiplicarse a varios miles de
millones e incluso formar tumores. Cuando los médicos anuncian a sus
pacientes de cáncer que las prescripciones y tratamientos han tenido
éxito, se refieren simplemente a pruebas que no son capaces de
identificar tumores de ciertos tamaños.
Los
tratamientos estándar contra el cáncer pueden reducir el número de
cancerígenas a un nivel indetectable, pero esto ciertamente no erradica
todas las células de cáncer.Y ya que las causas que produjeron el
crecimiento del tumor en primer lugar permanecen intactas, el cáncer
puede regresar en cualquier momento, en cualquier parte del cuerpo y a
cualquier velocidad.
El curarse del cáncer tiene poco que ver con deshacerse de un grupo de células de cáncer detectables. Los
tratamientos como la quimioterapia y la radiación son ciertamente
capaces de envenenar o quemar muchas células cancerosas, pero también
destruyen células sanas en la médula ósea, tracto gastrointestinal,
hígado, riñones, corazón, pulmones, etc., lo que a menudo conduce
a un daño irreparable y permanente de todos órganos y sistemas del
cuerpo. Los químicos tóxicos contenidos en medicamentos de
quimioterapia, por sí solos, pueden causar una inflamación severa todas
las células del cuerpo, produciendo incluso que los folículos pilosos ya
no puedan mantener las hebras de cabello.
Una verdadera cura para el cáncer no debe destruir otras partes vitales del cuerpo.
La curación real sólo es posible cuando se han abordado las verdaderas
causas del excesivo crecimiento de células cancerosas y se respalda al
cuerpo adecuadamente en su proceso de curación. El cáncer es un proceso de curación que el cuerpo puede elegir para restablecer la homeostasis. No reconocer el cáncer como un mecanismo de curación puede llegar a ser fatal, y lo es a menudo.
Este
libro apunta a lidiar con las causas del cáncer, no con sus síntomas.
Tratar el cáncer como si fuera una enfermedad en sí mismo, es una trampa
en la que caen millones de personas y pagan un alto precio. Se debe
conocer la causa raíz del cáncer.
Aunque creo firmemente que el
cáncer es una fase final de la curación, y no una enfermedad, soy
plenamente consciente de que más personas consideran al cáncer como una
temible enfermedad. No sentencio que sólo mi conocimiento sea el
correcto, pero propongo es sea uno de los muchos conocimientos
correctos.
El viejo dicho, "el conocimiento es diferente en distintos estados de conciencia", revela que la verdad es una proyección subjetiva de la mente, consciente o inconsciente. En otras palabras, si usted insiste en que el cáncer es una enfermedad terrible y que puede matarlo, esta creencia suya va, probablemente, a cumplir con su temida expectativa. Recuerde, los traumas emocionales suprimen el sistema inmunológico e impiden la curación. Asimismo, si
el cáncer es percibido como una fase de curación, que aborda un
desequilibrio subyacente, esta verdad también ayudara a lograr un
resultado positivo, en base a su expectativa edificante.
Es
lamentable que la profesión médica, en gran medida, haya desalentado a
los pacientes a participar o influir en sus propias curas. Los
pacientes son rara vez incluidos en el proceso de curación, mientras
se impone a los tratamientos médicos como el único remedio para todos
los males. El hecho de que una persona sea o no sana, se condiciona en gran parte al estado del cuerpo, mente y espíritu de la persona.
Aceptar esto como un hecho impulsará enormes efectos en todo su ser, y
es algo que considero esencial para que la curación se produzca y sea
eficaz.
El poder de la palabra
El
cáncer es la segunda causa de muerte en EE.UU. De acuerdo a la American
Cancer Society, se calcula que un total de 1.529.560 nuevos casos de
cáncer y 569.490 muertes por cáncer ocurrieron en los Estados Unidos
durante el 2010. Entre los hombres, los tres principales diagnósticos de
cáncer son: Cáncer de próstata, Cáncer de pulmón y Cáncer colorrectal.
Los principales tipos de cáncer entre mujeres son: Cáncer de mama,
Cáncer de pulmón y Cáncer colorrectal.
Además, hay decenas de
miles de personas desfavorecidas que tienen cáncer, pero no recibirán
un diagnóstico porque no pueden permitirse el seguro de salud o una
visita al médico.
El cáncer no es sólo una palabra, sino también
una declaración que refiere al comportamiento inusual o anormal de las
células del cuerpo. Sin embargo, en un contexto diferente, el cáncer se
transforma en un signo. ¿Cuando alguien dice que usted es un 'cáncer',
va temblar de miedo? Tal reacción es improbable, porque su
interpretación del signo "cáncer" no implica que usted tiene cáncer, la
enfermedad. Pero si su médico lo ha llamado a su despacho para decirle
que usted tiene cáncer, probablemente se sentirá sorprendido,
paralizado, adormecido, aterrorizado, desesperado, o todo lo anterior.
La palabra 'cáncer' tiene el potencial de desempeñar un papel muy
inquietante y precario en su vida, siendo capaz de decretar una
sentencia de muerte, y como usted descubrirá en este libro, realmente
ejecutarla.
Ser un paciente de cáncer parece comenzar con el
diagnóstico del cáncer, sus causas pueden haber estado presentes durante
muchos años antes a la mala sensación presente. Aún dentro de un breve
momento, la palabra 'cáncer' puede activar la desesperación de alguien
en el mundo.
¿Quién o qué en este mundo ha otorgado a esta simple
palabra o instrucción, esa gran potencia que puede presidir la vida y
la muerte? o ¿realmente posee este poder? ¿Podría nuestra convicción
colectiva, social, creer que el cáncer es una enfermedad mortal, y junto
a los tratamientos agresivos, generadores del trauma que siguen al
diagnóstico, realmente ser responsable de la actual escalada dramática
de cáncer en el hemisferio occidental? Tal pensamiento es demasiado
descabellado, pero sin embargo, haré hincapié en que el cáncer no tiene
ningún poder ni control sobre usted, a menos que las creencias,
percepciones, actitudes, pensamientos y sentimientos que usted tiene, lo
permitan.
¿Se asustaría usted respecto al cáncer si supiera que
lo causó o al menos entendiera cual es su propósito subyacente? Es poco
probable. Si la verdad fuera dicha, usted probablemente haría todo lo
posible para eliminar las causas del cáncer y así sentar las bases para
curar su cuerpo.
La ignorancia de este hecho es algo peligroso.
Casi todas las personas, al menos las del mundo industrializado, saben
que el agua sucia de un estanque o lago contaminado pueden causarles
diarrea mortal. Sin embargo, hay relativamente pocas personas
conscientes del peligro que significa guardar resentimiento, ira y
miedo, evitar la exposición al sol (lo cual provoca deficiencia de
vitamina D), no dormir lo suficiente ni regularmente, sostener un
teléfono celular junto a su cabeza durante una hora diaria, exponerse
regularmente a rayos X, mamografías, o comer alimentos chatarra,
aditivos químicos y endulzantes artificiales. Todo esto no es menos
peligroso que beber agua contaminada. Estos hábitos de vida sólo tardan
más que una ameba para matar a una persona, pero sin duda igual pueden
hacerlo.
Sentencia errónea
Todos
sabemos que si los cimientos de una casa son fuerte, la casa puede
soportar fácilmente fuentes externas de estrés, como una violenta
tormenta o incluso un terremoto. Como veremos, el cáncer es simplemente
una indicación de que algo ha estado ausente en nuestro cuerpo y en
nuestra vida. El cáncer revela que algunos aspectos de nuestra vida
física, mental y espiritual se encuentran en terreno inestable y muy
frágil, por lo menos.
Sería absurdo para un jardinero impregnar
con agua las hojas marchitas de un árbol, cuando él sabe muy bien que el
verdadero problema no está donde se ve, es decir en esas hojas
marchitas. La deshidratación de las hojas es simplemente un síntoma de
falta de agua en la parte menos evidente de la planta - sus raíces. Al
regar las raíces de la planta, el jardinero atiende naturalmente el
nivel causal, y en consecuencia, toda la planta revive y reanuda su
crecimiento normal. Para el ojo entrenado de un jardinero, el síntoma de
marchitamiento de hojas no es una enfermedad terrible. Él reconoce que
el estado deshidratado de estas hojas es una consecuencia directa de
mala alimentación reiterada, y que las hojas necesitan nutrientes para
sustentarse, así como también el resto del árbol.
Aunque este
ejemplo de la naturaleza puede parecer una analogía simplista, ofrece un
conocimiento básico sobre algunos procesos muy complejos de enfermedad
en el cuerpo humano, y describe con precisión uno de los principios más
potentes y fundamentales que controla todas las formas de vida en el
planeta. Sin embargo profesionales calificados se han dedicado a
manipular las funciones de nuestro cuerpo a través de herramientas de
medicina alopática, y la ley básica de la naturaleza no puede ser
suprimida o violada sin pagar un precio considerable como sufrir
problemas de salud en los niveles físicos, emocionales y espirituales.
Desafío
fervientemente la declaración de que el cáncer es una enfermedad
mortal. Además, voy a demostrar que el cáncer no es una enfermedad en lo
absoluto. Muchas personas que recibieron una sentencia de cáncer
'terminal' realmente desafiaron el pronóstico experimentado remisión
completa.
La búsqueda de respuestas
No
existe ningún cáncer que no haya sido sobrevivido por alguien,
independientemente de qué tan avanzado fue. Si una persona ha logrado
curar su cáncer, debe ser un mecanismo, al igual que existe un mecanismo
para la creación de cáncer. Cada persona del planeta tiene la capacidad
de utilizar ambos mecanismos.
Si
usted ha sido diagnosticado con cáncer, es posible que no pueda cambiar
el diagnóstico, pero sin duda tiene el poder para alterar las
consecuencias destructivas que (el diagnóstico) puede tener sobre usted,
tal como lo hizo George. La forma de percibir el cáncer y los
pasos que usted elige tomar tras el diagnóstico son determinantes para
su bienestar futuro, o la falta del mismo .(También vea capítulo tres,
"desmitificando el cáncer").
La referencia indiscriminada al
cáncer por profesionales y laicos por igual, como una enfermedad mortal,
ha convertido al cáncer en un trastorno con trágicas consecuencias para
la mayoría de los pacientes con cáncer y sus familias. El cáncer se ha
convertido en sinónimo de muerte, sufrimiento y temor extraordinarios.
Esta percepción continúa a pesar del hecho de que hasta el 90-95 por
ciento de todos los cánceres pueden aparecer y desaparecer por sí solos.
No pasa un día sin que el cuerpo cree millones de células de cáncer. Algunas
personas bajo estrés severo temporal, generan más células de cáncer que
de costumbre. Estos clústers de células de cáncer juntos como tumores
desaparecerán una vez que haya desaparecido el efecto de estrés y
luego de una respuesta de curación (como se ha indicado por los
síntomas de la enfermedad) Comentaré la manera exacta en que desaparecen
en el capítulo tres..
Deseo
mencionar en este punto que, según investigaciones médicas, secreciones
de una poderosa hormona anticancerígena del ADN, interleucina II, bajo
coacción física y mental aumenta su producción cuando la persona se
vuelve alegre y relajada. Bajas secreciones de interleucina II
aumentan la incidencia del cáncer en el cuerpo. Las secreciones normales
de esta hormona mantienen el cáncer a raya.
Sin embargo, las
personas generalmente no están bajo estrés severo todo el tiempo. Dado
que la incidencia del cáncer se eleva y cae con la experiencia de estrés
severo, muchos cánceres desaparecen sin ningún tipo de intervención
médica y sin causar ningún daño real. En consecuencia, justo en este
momento, millones de personas están caminando con cánceres en su cuerpo
sin saber que lo tienen. Asimismo, millones de personas curan su cáncer sin siquiera saberlo. En general, hay más remisiones espontáneas de cáncer que las que se diagnostican y tratan .
El
New York Times publicó un artículo en su edición de octubre de 2009,
página D5, que ciertamente planteó algunas cuestiones reveladoras en
vista de los hechos que se han vuelto altamente inconvenientes para los
defensores de la empresa de cáncer. El artículo, escrito por Gina
Kolata, se titula "Los Cánceres pueden desaparecer sin tratamiento,
¿pero cómo?"
En el artículo, Kolata señala que la flecha
del cáncer iba en una dirección, como la flecha del tiempo, es decir,
creciendo y empeorando. En octubre de
2009, un artículo publicado en el Journal del American Medical
Association señaló que "datos de más de dos décadas de detección para el
cáncer de mama y próstata , están en tela de juicio".
Tecnologías
más sofisticadas pueden monitorear muchos pequeños tumores que no
causarían ningún problema justamente, si no hubieran sido descubiertos.
Estos tumores latentes son tan inofensivos como pequeñas cicatrices en
la piel. Como no llegan a ser reconocidos, estos tumores están
destinados a detenerse en su crecimiento o reducirse, o incluso, al
menos en el caso de algunos tipos de cáncer de mama, desaparecer.
"El
antiguo concepto es que el cáncer es un proceso lineal", dijo Dr.
Barnett Kramer, director asociado para la prevención de enfermedades en
National Institutes of Health (NIH). "Una celula mutó, y poco a poco
sufrió más mutaciones. No se supone que las mutaciones se reviertan
espontáneamente"
Hasta hace poco,
los investigadores del cáncer y médicos por igual, han creído
falsamente (y proyectado esa asunción como un hecho científico) que el
cáncer es el resultado de una mutación celular (alteración de la
composición genética de la célula), y que toma entonces vida propia. Sin embargo, la vanguardia de la investigación del cáncer apunta hacia otro descubrimiento.
Como señala el Dr. Kramer, "está claro que los cánceres necesitan más que mutaciones para avanzar". Necesitan la cooperación de las celulas que lo rodean e incluso "todo el organismo, la persona, cuyo sistema inmunológico o niveles hormonales, pueden aplastar o alimentar un tumor"
Esto
hace que sea cáncer, dijo el Dr. Kramer, "un proceso dinámico". Su
declaración evidentemente plantea una cuestión importante. ¿Por
qué todo el cuerpo, incluyendo el cerebro, sistema nervioso, sistema
inmunológico y sistema endocrino, así como la personalidad y todas las
celdas que rodean un cáncer, apoyan su crecimiento? La respuesta es
fascinante y alentadora.
Como el título de este libro propone, el cáncer no es una enfermedad en absoluto, más bien es un mecanismo de curación. El cuerpo entero apoya el crecimiento de un cáncer, siempre para su beneficio. Una
vez que el cáncer ya no sirve a su propósito y la curación se completó,
el cáncer desaparece o queda en un estado inactivo, inofensivo.
El
nuevo concepto de que el cáncer no toma un camino predecible, es decir,
de la mutación a la enfermedad, fue difícil de aceptar para algunos
médicos e investigadores del cáncer. Pero aparentemente, más y más
escépticos están ahora cambiando su perspectiva y reconocen que, al
contrario de como se había pensado, los cánceres pueden, de hecho,
desaparecer por cuenta propia.
Uno de los conversos es el Dr.
Robert M. Kaplan, el Presidente del departamento de servicios de salud
en la escuela de salud pública de la Universidad de California, Los
Ángeles. "Al final del día, no estoy seguro acerca de esto, pero así
parece," dijo el Dr. Kaplan. Agregó que "el peso de la evidencia sugiere
que no hay razón para creer lo contrario".
Otro especialista en
cáncer, el Dr. Jonathan Epstein de la Johns Hopkins University, dice que
la desaparición de tumores es bien conocida en el cáncer testicular.
Epstein comentó a modo de ejemplo que durante una operación testicular,
un cirujano sólo encontró tejido de cicatriz, en lugar del gran tumor
diagnosticado.
La creciente evidencia aludiendo a que los
cánceres pueden retroceder o detenerse, es ahora innegable, y los
investigadores se quedan sin opciones al reevaluar sus nociones sobre la
verdadera naturaleza del cáncer y cómo se desarrolla. Sin embargo, en
mi opinión, a menos que reconozcan que el cáncer es un mecanismo de
curación generado por el organismo para corregir un desequilibrio
subyacente, seguirán buscando formas de lucha contra el cáncer
(consecuencia) en lugar de apoyar el proceso de curación (resolviendo la
raiz). Esto requiere tener confianza en la sabiduría del cuerpo.
El
nuevo descubrimiento indicando que la mutación celular no puede causar
cáncer por si sola, y que debe ser acompañada por aquello que rodea las
células incluyendo al organismo entero, habla por sí mismo. Siempre he
considerado al cáncer como un amigo del cuerpo que lo asiste durante
tiempos turbulentos. Ciertamente el cuerpo parece tratar al cáncer como
un amigo, y no un enemigo. Creo que deberíamos hacer lo mismo.
En
su artículo, Kolata escribe sobre una fascinante declaración formulada
por Thea Tlsty, profesor de patología en la Universidad de California,
San Francisco y uno de los investigadores del cáncer más destacados del
mundo. El Dr. Tlsty dice que las células cancerosas y las células
precancerosas son tan comunes que casi todos las personas de edad
mediana o avanzada estan repletas de ellas. Fue descubierto mediante
estudios realizados durante autopsias de personas que murieron por otras
causas, y sin la menor idea de que tenían células cancerosas o células
precancerosas. Ninguno de ellos presentaba sintomas de cáncer o tumores
grandes. "Esto es es realmente interesante", dijo el Dr. Tlsty, "la pregunta importante no es como enfermamos de cáncer, sino ¿porque no lo hacemos?"
En el mismo contexto, deseo plantear una pregunta más intrigante: "¿Por
qué algunas personas con cáncer se sienten enfermas mientras otras
personas que también tienen cáncer viven una vida completamente normal y
saludable?" Dilucidaremos este tema crucial en todo el libro.
Kolata
plantea otro punto curioso: "Cuanto más temprana es la celula, en su
camino hacia un cáncer agresivo, dicen los investigadores, más probable
es revertir su curso. Entonces, por ejemplo, las células que son
precursores tempranas del cáncer cervical son reversibles. Un estudio
encontró que el 60 por ciento de las células cervicales precancerosas,
encontradas en pruebas de Pap, vuelven a la normalidad en un año;
mientras que el 90 por ciento de ellas vuelven a la normalidad en tres
años. No muestra esto una tendencia diferente a lo propuesto por los
teóricos del cáncer?"
Por supuesto, surge la pregunta de, si en
realidad, sería mejor no tratarr a muchos cánceres, dado que quedar en
reposo y convertirse en inofensivos o desaparecer por sí solos. Durante
muchas décadas, médicos y agencias de salud estuvieron impulsando
programas de detección precoz en la población en general, proclamando
que es de vital importancia detectar cánceres en una etapa temprana. Y
Afirmando que esto permite un mejor y más exitoso tratamiento. Sin
embargo, una vez más, sus suposiciones pueden haber estado equivocadas
todo el tiempo.
Kolata además explica que "el proceso dinámico de
desarrollo del cáncer parece ser la razón por la cual, la detección del
cáncer de mama o cáncer de próstata encuentra un gran número de
cánceres en etapa inicial, sin una correspondiente disminución en
cánceres de etapa avanzada".
En otras palabras, descubrir tantos
cánceres adicionales a través de nuevos y mejores métodos de detección
no ha reducido la incidencia de cánceres avanzados. Esto contradice
claramente la hipótesis que afirma que la detección precoz, que
normalmente lleva a un tratamiento precoz, es un método preventivo para
la reducción de incidencia de cáncer. También implica que es preferible
no tratar varios cánceres. Esto apoya la hipótesis de que muchos
cánceres tempranos, en realidad, no están avanzando, hacia ninguna
parte. Con respecto al cáncer de mama, Con respecto al cáncer de mama,
hay evidencia indirecta de que algunos canceres simplemente desaparecen.
La detección temprana de los cánceres de mama y próstata ha fracasado rotundamente para reducir la ocurrencia.
Por
una buena razón, Johns Hopkins ofrece ahora a hombres con pequeños
tumores de próstata la opción de "vigilancia activa", en lugar de
eliminar o destruir sus próstatas, teniendo en cuenta que, en el caso
excepcional de que el cáncer crezca, aún puede ser removido. Sin
embargo, el diagnóstico aterrador de tener cáncer de próstata desalienta
a la mayoría de los hombres quienes temen esperar para ver que pasa.
"La mayoría de los hombres quiere una solución rápida", dijo el Dr.
Epstein, la razón de esta lamentable situación son décadas de alarmismo
sin sentido por parte de los profesionales médicos, y la obsesión por
una solución rápida manifestada entre los pacientes.
Voy a
agregar a esto que las altas dosis de radiación ionizante emitida por
algunos dispositivos, tales como la tomografía computada (TC) y la
mamografía, etc, utilizados para la detección del cáncer, han
contribuido realmente a la incidencia de diversos tipos de cáncer. Los
cánceres asociados con dicha exposición a la radiación incluyen
leucemia, mieloma múltiple, cáncer de mama, cáncer de pulmón y cáncer de
piel. (Para más detalles, consulte las radiaciones ionizantes en el
capítulo 5).
En un estudio canadiense, los investigadores
analizaron el comportamiento de los cánceres de riñón (carcinomas de
células renales) que se encuentran entre los cánceres que retroceden
ocasionalmente, incluso cuando alcanzaron un estado avanzado. Algo que
afirma la investigación dirigida por el Dr. Martin Gleave, departamento
de Ciencias urológicas en el Hospital General de Vancouver [N Engl J Med
1998; 338:1265-1271, 30 de abril de 1998]. Compararon un tratamiento
inmunomodulador, interferón gamma-1b, con un placebo, en personas con
cáncer de riñón que se había extendido en sus cuerpos.
Pese a la
falta de estudios clínicos controlados con placebos, la interleucina 2 y
el interferón se convirtieron en componentes centrales para la mayor
parte de las estrategias inmunoterapéuticas contra el carcinoma
metastásico de células renales. Se suponía que el nuevo estudio
mostraría que estos inmunomoduladores podrían controlar o revertir los
cánceres de riñón, que son muy resistentes a la quimioterapia.
El
seis por ciento de los sujetos en ambos grupos tenían tumores que
disminuyeron o se mantuvieron estables, lo cual llevó a los
investigadores a concluir que el tratamiento no mejora los resultados.
La gran pregunta es, ¿Tratar el cáncer tiene algún efecto significativo
acorde a la limpieza de los cánceres, o es el cuerpo quien lo determina?
Al menos en este estudio, el 6 por
ciento de los participantes que se beneficiaron ligeramente, demostraron
que el tratamiento no hizo ninguna diferencia, salvo porque
aquellos en el grupo de placebo vivieron en promedio de 3 a 5 meses más
que aquellos que recibieron el tratamiento de drogas.
El Dr.
Gleave dice que actualmente muchas personas se realizan ecografías o
Tomografías computadas por otros motivos, enterándose que portan un
pequeño bulto en uno de sus riñones. En los Estados Unidos, la práctica
aceptada es extirpar quirúrgicamente los tumores. Pero, basándose en sus
conclusiones, Gleave añade "¿Es necesario siempre?"
De acuerdo
con el articulo del NY Times, la Universidad del Dr. Gleave está ahora
participando en un estudio nacional sobre personas con tumores pequeños
de riñón, preguntando ¿qué sucede cuando estos tumores se examinan rutinariamente, mediante análisis, para ver si crecen?. Al parecer, alrededor del 80 por ciento no cambian ni retroceden en los futuros tres años.
La conclusión que saco de esta importante investigación, es que estamos observando mal si creemos que podemos ganarle al cuerpo. El organismo involuciona o detiene el crecimiento de un tumor cuando lo considera necesario, no lo contrario. Si
nosotros quemamos, envenenamos o extirpamos un tumor, en el organismo
deberá crear otro para continuar o completar su actividad curativa.
El
principal defecto de la teoría médica sobre el cáncer radica en la
suposición de que el cáncer necesita ser subyugado a fin de salvar la
vida de un paciente. Hasta hace poco, casi todos los científicos
compartían la opinión de que a menos que un cáncer sea tratado y
detenido, este crecería indefectiblemente, expandiéndose y eventualmente
matando a la persona. Obviamente no es el caso. Millones
de personas viven con todo tipo de cánceres sin problemas e incluso sin
ser conscientes de ello, de acuerdo a la labor del Dr. Tlsty y muchos
otros científicos de alto nivel, la verdad es que relativamente pocos
cánceres realmente se convierten en "terminales". Claramente, un
gran número de cánceres permanecen sin ser diagnosticados y no son
detectados sin una autopsia. Y cuando por lo general, estas personas no
murieron de cáncer, sino por un accidente o algo más. Y no evidencian
síntomas que podrían haber inducido a un médico a prescribir alguna de
las pruebas de detección de cáncer estándar. ¿No
es asombroso que las autopsias encuentren entre un 30 y 40 por ciento
más casos de cáncer tiroideo, de páncreas y de próstata que aquellos
detectados por los médicos? ¿Es el cáncer realmente la enfermedad peligrosa que dijeron que es?
En
1993, la revista médica británica The Lancet publicó un estudio
demostrando que la detección temprana a menudo conduce a tratamientos
innecesarios. ¿Cual es la razón para ello? Por ejemplo, aunque un 33% de
autopsias en hombres revelen cáncer de próstata, sólo alrededor del 1
por ciento mueren por él.
Luego
de los 75 años, la mitad de los hombres pueden tener cáncer de próstata,
pero las tasas de mortalidad sólo van desde el 0.1 al 2.4 por ciento. Más específicamente, la tasa de supervivencia al cáncer de próstata relativa general medida en 5 años (1995-2002) fue del 99 por ciento.
Las tasas de supervivencia de cáncer de próstata relativa medida en 5
años -por raza- fue del 99,9 por ciento en hombres blancos y 97,6 por
ciento en hombres negros, independientemente de si tenían pocos o ningún
signo o síntoma de cáncer de próstata, o si estaban libres de la
enfermedad o si habían recibido tratamiento.
Nuevas
recomendaciones del Gobierno (en agosto del 2008) convocaron a los
oncólogos a no tratar a hombres con cáncer de próstata pasada la edad de
75 años, porque los tratamientos producen más daño que bien y no
ofrecen ninguna ventaja sobre ningún tratamiento en absoluto.
Debe
señalarse que estas bajas tasas de mortalidad se aplican especialmente a
aquellos que ni tienen diagnosticado cáncer ni recibieron ningún
tratamiento para el cáncer. Ya que según la admisión del
Gobierno, las tasas de mortalidad aumentan cuando los cánceres están
siendo tratados. Evidentemente, una muestra de lo que realmente produce
la muerte.
Una vez diagnosticada y tratada, la inmensa mayoría de los cánceres nunca tienen la oportunidad de desaparecer por si solos.
Los médicos rápidamente se dirigen a ellos con un arsenal de armas
mortíferas como el cuchillo quirúrgico, medicamentos de quimioterapia y
radiación. Tumores latentes que nunca habrían causado daños al
organismo, pueden en cambio suscitar reacciones defensivas poderosas y
volverse agresivos, como las bacterias relativamente inocuas que se
convierten en super-bichos peligrosos cuando son atacadas por
medicamentos antibióticos.
No
tiene absolutamente ningún sentido que, en un momento en que el paciente
necesita reforzar su sistema de curación más importante, el "sistema
inmunológico", lo sometan a tratamientos radicales que realmente
debilitan o destruyen el sistema inmunológico.
El problema
con los pacientes de cáncer hoy, es que están aterrorizados por el
diagnóstico, y que prestan sus cuerpos para estos procedimientos de
corte, quema y envenenamiento, algo que probablemente los conducirá más
rápido a la muerte. La condena final puede sonar como esto: "Tenemos que
decirle, con nuestro más profundo pesar, que no hay nada más que
podamos hacer para ayudarlo".
La pregunta más importante que un
paciente de cáncer debería realizar no es, "Cómo de avanzado o peligroso
es mi cáncer?", sino "¿Lo que estoy haciendo, o dejando de hacer, es lo
que pone a mi cuerpo en una situación de tener que luchar por su vida?"
¿Por qué algunas personas eliminan el cáncer como si fuera una gripe?
¿Es sólo suerte, o existe un mecanismo de trabajo que los cura y restaura su salud?
¿O
por el contrario, cuál es el elemento oculto que impide la curación
natural del cáncer, que lo hace tan peligroso para el cuerpo, si de
hecho no es peligroso en lo absoluto?
Las respuestas a todas
estas consultas permanecen con la persona que tiene cáncer y no dependen
del grado de "severidad" de un cáncer en particular, ni con la etapa
avanzada a la cual parece haber progresado. ¿Cree usted que el cáncer es
una enfermedad? Lo más probable es que su respuesta sea: "Sí," dada la
'información' con la cual los medios de comunicación masivos obedientes a
la industria farmacéutica han formado su opinión durante muchas
décadas.. Sin embargo, la pregunta más importante pero raramente
frecuente es: "¿por qué cree que el cáncer es una enfermedad?" Usted
posiblemente dirá, "porque sé que el cáncer mata personas cada día". Yo
voy a preguntarle algo entonces: "¿Cómo sabe que es el cáncer el que
mata a la gente?" Usted probablemente argumentará que mucha gente que
tiene cáncer muere, así que, obviamente debe ser el cáncer lo que las
mata. Además, usted podría razonar que, todos los expertos y médicos
dicen eso.
Déjeme hacerle otra pregunta, un poco extraña: "¿Cómo
sabe usted con certeza que es hija / hijo de su padre y no de otro
hombre?". ¿Es porque su madre lo dijo? ¿Qué le hace pensar que su madre
dijo la verdad? Probablemente porque le cree, su madre es una persona
honesta, y no tienen ninguna razón para no creerle. Después de todo,
ella es su madre, y las madres no mienten acerca de estas cosas. ¿O lo
hacen? A menos que usted tenga una prueba de paternidad de ADN, o se
parezca mucho a él, usted nunca sabrá con absoluta certeza si la persona
que cree que es su padre realmente es su padre biológico. Sin embargo,
la creencia subjetiva lo ha convertido en algo que usted "sabe", que es
una verdad irrefutable.
Aunque no
existe ni una prueba científica que demuestre que el cáncer es una
enfermedad (y no un proceso de curación), la mayoría de la gente
insistirá en que es una enfermedad simplemente porque eso se les dijo un
millón de veces, planteándolo como una verdad absoluta. Sin embargo, esta creencia es sólo un cúmulo de rumores basados en opiniones de otras personas.
Por
último, la doctrina infalible de que el cáncer es una enfermedad
proviene de algunos médicos que expresaron sus sentimientos subjetivos o
creencias sobre lo que observaron y más tarde publicaron algunas
reseñas o informes médicos. Otros médicos estuvieron de acuerdo con esa
opinión, y en poco tiempo, se convirtió en un hecho establecido: "El
cáncer es una enfermedad peligrosa que de alguna manera se apodera de la
gente con el fin de matarla". Sin embargo, la verdad puede ser muy
diferente, mucho más racional y mucho más científica que eso.
Sabiduría de las células cancerosas
Las
células cancerosas no son parte de un proceso malintencionado de
enfermedad. Cuando las células del cáncer se propagan (metástasis) en
todo el cuerpo, no es su propósito u objetivo interrumpir las funciones
del organismo, ni infectar las células sanas y eliminar su huésped (el
cuerpo). La autodestrucción no es "el tema" de ninguna célula, a menos
que, por supuesto, este vieja y desgastada y lista para ser reemplazada
por otra. Las células cancerosas, como todas las demás, saben que si el
cuerpo muere, morirán también. Y el hecho de que algunas personas asuman
que las células cancerosas buscan destruir el cuerpo no significa que
las células cancerosas tienen ese propósito o capacidad.
Un
tumor canceroso no causa destrucción progresiva ni conduce a la muerte
del cuerpo. No hay nada en una célula de cáncer que ni por asomo tenga
la capacidad de matar algo. Lo que eventualmente conduce a la
desaparición de un órgano o todo el cuerpo es la desintegración del
tejido celular que resulta de la privación continua de nutrientes y la
fuerza vital. La drástica reducción o el bloqueo de suministros
nutrientes vitales para las células de un órgano no es consecuencia de
un tumor canceroso, sino la principal causa de que exista un tumor
canceroso.
Por definición, una
célula cancerosa es una célula normal y sana que ha sufrido una mutación
genética hasta el punto de poder vivir en un entorno anaerobio (un
entorno donde el oxígeno no está disponible). En otras palabras,
si usted privara a un grupo de células de oxígeno (su principal fuente
de energía), algunas de ellas morirán, pero otras lograran alterar su
programa genético y mutar a una forma más ingeniosa: Células capaces de
vivir sin oxígeno que utilizarán como nutrientes, para suplir algunas de
sus necesidades energéticas, productos de desechos de células
metabólicas.
El fenómeno de las células del cáncer puede
percibirse mejor si se lo compara con el comportamiento de los
microorganismos comunes. Las bacterias, por ejemplo, se dividen en dos
grupos principales, aerobios (necesitan oxígeno) y anaerobios (pueden
vivir sin el). Esto es importante de entender ya que en nuestro cuerpo
tenemos más bacterias que células. Las bacterias aeróbicas prosperan en
un ambiente oxigenado. Ellas nos ayudan a digerir los alimentos y
fabrican nutrientes importantes como las vitaminas del grupo B. Las
bacterias anaerobias, por otro lado, pueden existir y crecer en un
entorno donde no llega oxigeno. Se encargan de desglosar materiales de
desecho, los depósitos tóxicos y las células muertas y gastadas.
El
cuerpo ve al cáncer como si fuera un mecanismo de defensa importante
que hasta causa la formación de nuevas vías sanguíneas para garantizar
el abastecimiento tan necesario de glucosa y así, la supervivencia y la
extensión de células cancerígenas. Este sabe que las células
cancerígenas no causan, pero en sí previenen la muerte; por lo menos por
un tiempo, hasta que la descomposición no desgaste de un órgano resulte
en el deceso del organismo entero. Si el mecanismo que incita el cáncer
(factor causal) es tratado adecuadamente, tal resultado pudiera
evitarse.
Es una creencia común que nuestro sistema inmune nos
protege contra cáncer. Sin embargo, esto es solo una verdad parcial. Por
un lado, el sistema inmune rápidamente destruye millones de células
cancerígenas que un cuerpo saludable produce como parte de un proceso de
movimiento de 30 billones de células. Por otro lado, el sistema inmune
no toma ninguna acción para erradicar células cancerígenas que se
desarrollan en reacción a la acumulación de toxinas, congestión y la
presencia del estrés emocional.
Cánceres y todos los otros
tejidos en el cuerpo son cargados con células blancas que destruyen
células cancerígenas, como células –T en el caso de cáncer renal y
melanomas. Por ejemplo, células blancas componen hasta 50 por ciento de
la masa de tejidos cancerígenas. Siendo que estas células – T, con
facilidad, reconocen tejidos mutados o extraños como células
cancerígenas, tú esperarías que estas células inmune atacaran células
cancerígenas inmediatamente. Sin embargo, el sistema inmune permite a
las células cancerígenas a que se enlisten, incrementen y hasta
extiendan el cáncer a otras partes del cuerpo. Células cancerígenas
producen proteínas específicas que le dicen al sistema inmune que las
deje tranquilas y que les ayuden a crecer.
¿Por
qué es que el sistema inmune quisiera colaborar con las células
cancerígenas en hacer que tumores crezcan? Porque el cáncer es un
mecanismo de supervivencia, no una enfermedad. El cuerpo usa al
cáncer para mantener sustancias cancerígenas mortales y material de
desecho metabólico caustico lejos de linfa y de la sangre y, así, del
corazón, cerebro, y otros órganos vitales. La destrucción de células
cancerígenas en sí pondría al cuerpo en peligro de su supervivencia.
Limpiando, desintoxicando el cuerpo de toxinas acumuladas por medio de
la variedad de métodos de desintoxicación n remueve la necesidad de la
presencia del cáncer.
El cáncer
no es una enfermedad; es el mecanismo final y más desesperado de
supervivencia que el cuerpo y tiene a su disponibilidad. Solo
toma control del cuerpo cuando todas las otras medidas de protección o
auto-preservación n han fallado. Para verdaderamente curar el cáncer y
lo que representa en la vida de una persona tenemos que llegar al
entendimiento que la razón que el cuerpo permite que algunas de sus
células crezcan en una forma anormal es en su mayor y más alto interés y
no una indicación que está por destruirse a sí mismo. El cáncer es un esfuerzo de curación por el cuerpo, para el cuerpo. Obstruyendo este esfuerzo de curación puede destruir al cuerpo. Apoyando al cuerpo en sus esfuerzos de curación puede salvarlos.
Pude encontrar una mejor traducción de este segmento aquí.
Libro de Andreas Moritz, El cáncer no es una enfermedad, es un mecanismo de supervivencia, Explica las causas del cáncer y cómo eliminarlo para siempre. Está disponible en Ingles en Amazon. Y en español aquí.
Acerca del autor:
Andreas Moritz es un médico intuitivo; un practicante de Ayurveda,
iridología, shiatsu y medicina vibracional; escritor; y artista. Es
autor del best-seller internacional, The Amazing Liver and Gallbladder
Flush; Timeless Secrets of Health and Rejuvenation, Lifting the Veil of
Duality, Cancer Is Not a Disease, It's Time to Come Alive, Heart Disease
No More, Diabetes No More, Simple Steps to Total Health, Diabetes—No
More, Ending the AIDS Myth. Feel Great - Lose Weight, Heal Yourself with
Sunlight, y Vaccine-nation: Poisoning the Population, One Shot at a
Time. Para obtener más información, visite la página del autor: www.ener-chi.com
BWN Argentina
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