En 10 meses pagaron sólo un cuarto del presupuesto destinado a
sanear el Riachuelo. La Autoridad de Cuenca tiene $ 412 millones para
todo el ejercicio, pero hasta octubre erogó $ 101 millones. El lapso
equivale al 83% del año. Hay actividades que no alcanzaron a ejecutar
dinero alguno, como la de Recomposición Ambiental; Educación e
Intervención Sanitaria; Administración del Proyecto; y Fortalecimiento
Institucional.
Entre enero y octubre, la Autoridad de Cuenca Matanza Riachuelo (ACUMAR) pagó sólo un cuarto del presupuesto que tiene destinado al saneamiento del curso de agua.
La
dependencia cuenta con una partida total que asciende a $ 412 millones
para todo el ejercicio. Y en diez meses del pasado 2010 erogó $ 101,6
millones, es decir, el 25% del presupuesto durante un lapso que equivale
al 83% del tiempo transcurrido en el año.
Según su propio presupuesto, la ACUMAR opera mediante tres programas:
En
primer lugar, está el Integral Cuenca Matanza Riachuelo, que comenzó el
año con una partida de $ 122 millones, pero que en estos meses se
redujo en más del 15% hasta alcanzar los $ 104,3 millones. De ese total,
se pagaron algo más de $ 34 millones, el 33%. La performance
tiene que ver con que dos de las tres actividades que conforman la
iniciativa no ejecutaron ni un solo peso. Se trata de Recomposición
Ambiental y Educación, Gestión Participativa e Intervención Sanitaria,
con créditos de $ 49,3 millones y $ 1,7 millón respectivamente.
Por
otro lado, la Gestión Ambiental Matanza Riachuelo es un programa
financiado parcialmente con un préstamo del Banco Interamericano de
Desarrollo (BID), destinado a dos actividades, con una partida de $
250,6 millones. De ese total, se pagaron $ 67,4 millones en diez meses,
el 27%. El préstamo del BID es de 1998 e incluye “comisiones de
compromiso”; se trata de dinero que debe pagar el Estado Nacional al
acreedor por no utilizar los fondos. Hasta el año pasado se habían
acumularon casi U$S 10 millones por ese concepto y, en 2010, el monto
ascendió a U$S 142 mil.
El tercer programa es el de
Desarrollo Sustentable de la Cuenca Matanza Riachuelo, financiado con un
préstamo del Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF). La
iniciativa comenzó 2010 con un crédito de $ 95,6 millones, pero se le
redujo la partida en un 40% y llegó a octubre con $ 57 millones
disponibles. Este plan está conformado por tres actividades, de las que
sólo una registra movimiento, aunque no tanto. Se trata de Reducción
de la Contaminación Industrial y Ordenamiento Ambiental, que ejecutó $
2,7 millones, es decir, comprometió esa cifra para hacer un gasto, pero
no pagó ni un centavo.
También en este programa figura una actividad que mereció la observación de la Auditoría General de la Nación (AGN) en un informe aprobado
el pasado año. Es el Fortalecimiento Institucional, que incluía la
creación de un sistema de acceso a la información para conocer la labor
de la ACUMAR. Pero entre enero y octubre no se registró ejecución
alguna.
De los "mil días" para limpiarlo de María Julia
Alsogaray a la fecha, las promesas y la corrupción se acumulan. Tanto
como la suciedad y la desidia, a la orilla del Riachiuelo.
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