¿Has oído hablar de Serco Group?
Probablemente no, pero es muy probable que alguna vez hayas usado sus
servicios. Esta compañía, que con una vaguedad kafkiana se define
simplemente como una “proveedora de servicios”, extiende sus tentáculos a
lo largo del mundo, particularmente entre los países anglosajones, pero
con presencia en todos los continentes. Su exorbitante crecimiento, su
espectral discreción, su gran diversidad de ámbitos de operación y su
íntima relación con el gobierno británico generan una razonable duda
sobre la naturaleza de esta empresa. ¿Una especie de brazo del nuevo
orden mundial o del gobierno secreto del planeta dedicado a implementar
la supervigilancia global?
La mitad de los semáforos de Londres y todos los de Dublín los opera Serco.
Si vas a sacar tu licencia para conducir en Ontario, Canadá, Serco es la compañía que te aprobará o reprobará.
Son los controladores de tráfico aéreo
más poderosos del mundo: tienen 54 torres en Estados Unidos y controlan
el tráfico en Bagdad, entre otros lugares. Serco supervisa al escuadrón
aéreo de la Reina de Inglaterra.
Controlan el metro de Dubai y hasta el 2008 el de Copenhague.
Serco es el operador de prisiones
privadas más grande del Reino Unido y son buenos haciéndolo: en una
prisión aumentaron la capacidad más del 20% poniendo camas en los baños.
En otra un adolescente de 14 años se suicidó luego de un enfrentamiento
con sus guardias. Pero esto no significa que sean malos con los niños:
en Bradford manejan todas las escuelas distritales.
Serco es uno de los más grandes proveedores de “etiquetas electrónicas” para convictos puestos en libertad condicional.
Esta compañía maneja el sistema de
defensa balística británico, da servicio la Fuerza Naval británica, se
encarga de todo el programa nuclear, desde su creación hasta su
seguridad. Pero esto no es todo. Serco se administra tan bien que
incluso maneja el tiempo: tiene la concesión para llevar el reloj del
Meridiano de Greenwich, la hora universal.
Desde 1994 Serco ha crecido en un 1200%. El secreto de su éxito, según su CEO, Christopher Hyman: escuchar a Dios.
Se podría pensar que manejar programas
nucleares y de defensa militar debería ser responsabilidad exclusiva del
gobierno, pero eso no es problema para Serco, cuya fuerza de trabajo
está conformada por más del 80% de ex empleados públicos, borrando las
líneas entre empresa y Estado (o imperio).
En Australia Serco maneja todos los
centros de detención de inmigrantes, tiene presencia en todas las bases
militares, administra dos prisiones, trenes continentales y algunos
otros servicios.
Serco provee servicios de mantenimiento al CERN, la agencia europea de física que desarrolló el Gran Colisionador de Hadrones.
Por todo esto Serco se erige como el
emblema de una sinuosa corporación multinacional que todo lo penetra y
cuya cabeza parece difuminarse en la cima de la pirámide.
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