Un letal substituto de la heroína, el krokodil, se ha vuelto la droga de
moda entre los adictos en Rusia; el "cocodrilo" carcome la piel de las
personas que lo consumen.
Como si la heroína se convirtiera en un abyecto cocodrilo, esta sustancia está devorando a los jóvenes adictos de Rusia.
El krokodil es desomorfina, un opiáceo
sintético muchas veces más poderoso que la heroína creado a través de
una serie de mezclas y reacciones químicas que los usuarios realizan
varias veces al día de memoria.
Mientras que la heroína cuesta alrededor
40 dólares la dosis en Rusia, la desomorfina puede ser cocinada con
analgésicos basados en codeína (de 4 dólares el paquete) y otros
ingredientes caseros, baratos y disponibles en los supermercados. Por
esto no es raro que muchos de los adictos a la heroína acaben entrando a
la boca del “cocodrilo”.
Sin embargo, lo barato sale caro. El
efecto de la heroína dura varias horas, mientras que el viaje de
krokodil dura entre 90 minutos y 2 horas y el proceso de “cocina” dura
al menos media hora, así que ser un adicto de esta sustancia es un
trabajo de tiempo completo. Dejar la sustancia tarda un mes o más —la
desintoxicación de la heroína dura típicamente solo una semana.
Se calcula que existen 2 millones de
adictos a la heroína en Rusia, el país que más heroinómanos tiene en el
mundo; 100 mil de ellos son adictos a la desomorfina.
La droga toma su nombre reptilenao de
sus ingredientes venenosos que rápidamente vuelven “escamosa” la piel y
después empiezan a carcomerla.
El diario británico The Independent tiene una escabrosa historia sobre unos jóvenes que usan esta sustancia.
“Si le fallas a la vena te sale un
absceso inmediatamente”, dice Sasha, quien ha dejado de inyectarse, no
así su amiga, cuya situación describe: “No quiere ir al hospital, solo
se inyecta. Su piel se está desmoronando y casi no se puede mover”, (Las
fotos de las personas que se inyectan esta sustancia, como la que
aparece arriba, son sumamente perturbadoras).
Zhenya, otro joven conocedor del
cocodrilo, lo explica: “Estás soñando con heroína, algo que se siente
limpio y no es veneno. Pero no puedes costearlo, así que sigues haciendo
krokodil. Hasta que te mueres”.
Hace unos días reportábamos sobre el oscuro primo tropical del krokodil, el oxi, una forma letal del crack que se está cocinando en Brasil.
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